Mes: julio 1966

Stamp Out The Beatles!!

Fanáticos en Birmingham y Alabama fueron mostrados en las noticias de la BBC Television acudiendo al llamado de estaciones de radio local que habí­an instaurado puntos especí­ficos donde se convocaba a los fanáticos ofendidos a quienes se les puede ver destrozando y quemando discos de Los Beatles tal como lo hací­an los nazis con los libros de los judí­os, en protesta contra las declaraciones de John Lennon donde habrí­a comparado a la banda con Jesucristo.

El Cavern Club reabre en Liverpool

El Cavern Club reabrió en Liverpool bajo nueva administración. Los Beatles enviaron un telegrama y a la ceremonia de apertura asistió el Primer Ministro Harold Wilson y delegado por la ciudad de Liverpool.

NEMS toma algunas decisiones

Brian Epstein libera a Klaus Voorman de su contrato con NEMS para que pueda unirse a Manfred Mann como bajista. Además, tras el desastre que vivieron los Beatles durante su gira en Filipinas, NEMS, actuando como agentes, cancela los conciertos…

Un cambio de último minuto para Revolver

Mientras el nuevo álbum de los Beatles, Revolver, se dirige al cuarto de corte de discos, George Martin llama a Geoff Emerick y le pide reemplazar el remix 11 de Tomorrow Never Knows, marcado como “mejor” por el “mejor” remix…

De paseo por la India

Regresando a casa, se pararon en Bangkok para recargarse de gasolina y después se fueron a Nueva Delhi, en la India donde esperaban tomarse un descanso de 3 dí­as en total paz. Desafortunadamente, 600 fans los estaban esperando en el…

Los Beatles huyen de Filipinas tras ofender a Imelda Marcos

El dí­a que los Beatles plantaron a la esposa del dictador y huyeron de Filipinas

Aquella fue una casual y enloquecida aventura en Manila al estilo de su pelí­cula A Hard Day’s Night, sin embargo, en esa ocasión Los Beatles fueron perseguidos por una multitud ofendida por el rechazo del grupo a asistir a una recepción organizada por Imelda Marcos, la primera dama de Filipinas.

Los rotativos manileños recuerdan hasta la actualidad que nunca los Beatles, entonces en la cúspide de su fama, sufrieron una humillación semejante a la de aquel cinco de julio de 1966, cuando lograron alcanzar el aeropuerto y abandonar el paí­s entre golpes e insultos…

¿Qué pasó? Un dí­a antes, la banda británica habí­a declinado acudir al Palacio de Malacañang a saludar a Imelda, la esposa del fallecido dictador Ferdinand Marcos, en un acto al que también estaban convocados los tres hijos del matrimonio y destacados funcionarios del régimen.

La excusa aducida fue que la hora fijada por Imelda coincidí­a con el primer concierto de los dos que ese dí­a ofrecieron los Beatles en el Rizal Memorial Stadium de Manila ante unos 80.000 filipinos -otro récord para la banda- que disfrutaron del espectáculo ajenos a las exigencias de la esposa de Marcos. Aparentemente, Imelda y sus hijos esperaban a Los Beatles en algún momento después del evento… pero ellos no lo sabí­an.

Fue así­ que al dí­a siguiente, John. Paul, George y Ringo fueron despertados abruptamente porque la ciudad entera estaba atenta al continuo desplante… la puerta de la habitación era constante, las llamadas al hotel y todos en la televisión se preguntaban por qué Los Beatles no habí­an ido al palacio. Los Beatles miraban la televisión sorprendidos y eventualmente respondieron a los molestos encargados del hotel «¿De qué hablan? No vamos a ir a ningún palacio». La familia Marcos les habí­a preparado una recepción pero los Beatles nunca fueron informados de esta invitación, por lo que a esa hora de la media mañana rechazaron la invitación.

Imelda, acostumbrada durante los 21 años del gobierno autócrata de su marido a acaparar a ilustres visitantes como Claudia Cardinale, Brooke Shields o Juan Pablo II, estaba muy enfadada por el desaire de los chicos de Liverpool. Así­ lo constató el diario The Manila Times que cuya portada del dí­a era: «Imelda plantada».

Alertado por los inconvenientes, Brian Epstein, ofreció una rueda de prensa televisada para intentar aclarar el malentendido… pero sus esfuerzos no sirvieron para nada debido a que la transmisión sufrió sospechosas interrupciones técnicas y a que el aparato mediático de los Marcos ya se habí­a puesto en marcha.

El promotor de los conciertos, Ramón Ramos, declaró que la afrenta le autorizaba a no pagar a los Beatles la cifra estipulada por su actuación en Manila, mientras que se recibieron falsas amenazas de bomba en la Embajada Británica y en el Manila Hotel, donde se alojaban.

Ringo Starr recordarí­a después que el trato de los empleados del hotel se volvió más frí­o, aunque lo peor les esperaba en el aeropuerto, donde iban a subir a un avión con destino a la India. En la terminal, Misael Vera, el responsable de la Oficina de Rentas Internas, dijo que los Beatles no abandonarí­an el paí­s hasta que no pagarán los impuestos que supuestamente no habí­an cotizado desde su llegada.

Epstein, que comenzaba a conocer el sistema de corrupción de los Marcos, pagó de su bolsillo unos 18.000 dólares que no consiguieron suavizar el «ví­a crucis» organizado contra sus chicos. En el trayecto hací­a el avión, que fueron obligados a hacer a pie, les aguardaban unas 300 personas que les zarandearon y escupieron y a su séquito mientras gritaban «Lárguense a su casa, Beatles«.

El peor parado fue Ringo, que recibió un puñetazo en la cara y fue pateado tras caer al suelo. Mejor suerte tuvieron Paul McCartney y John Lennon, que se protegieron detrás de un grupo de monjas que subí­an al mismo avión, el cual despegó definitivamente tras un tira y afloja de 40 minutos con los responsables de la torre de control.

El disparatado desenlace de la primera y única visita de los Beatles a Filipinas superaba con creces la inocente anarquí­a juvenil que destilaba el filme que dos años antes habí­an rodado bajo la dirección de Richard Lester. Pero la pincelada final la pondrí­a «Bong Bong», el único hijo varón de los Marcos, cuando declaró como venganza: «Me gustan más los Rolling Stones«.

Los Beatles llegan a Manila, Filipinas

Cuando llegaron habí­a tantos fanáticos que la policí­a tuvo que subir al avión para protegerlos, así­ los llevaron a un cuartel hasta embarcarlos en un yate donde hicieron una fiesta pasaron varias horas hasta que pudieron llegar a su hotel.…