Linda visita a Paul en su celda por segunda vez, quedándose por media hora. Le lleva libros de ciencia ficción. Después comenta que «Paul está riéndose durante este trance» en la cárcel japonesa. «Le llevé unos libros porque no se le permite tener una guitarra o una grabadora. Se ve increíblemente bien. Me sonrió y hasta bromeó. De hecho, se estaba riendo tanto que me hizo reír a mí y, créanme, no me reído demasiado durante la última semana«.