George Harrison es ingresado como músico solista en el Salón de la fama del Rock n’ Roll, sumándose a Paul y John como segunda vez, ya que en 1988 lo hicieron como banda. A cargo del discurso están sus compañeros de los Traveling Wilburys, Tom Petty y Jeff Lynne, quienes al grito de «Hare Krishna» dan pase a Dhani y Olivia para recibir el trofeo.
Entre algunos personajes conocidos del público se encuentran Yoko Ono y Sean Lennon, además de Neil Aspinall, a quien Olivia agradece en particular.
Al final de la ceremonia, Dhani, Petty, Lynne, Steve Winwood, Billy Preston, Marc Mann, Scott Thurston (bajo), Jim Capaldi (pandereta) y Prince -quien también fue ingresado al salón de la fama del Rock n’ Roll esa noche y tocó por 15 minutos con su banda- interpretarían el gran tema de George Harrison para el Álbum Blanco, While My Guitar Gently Weeps.
Demostrando que Prince era misterioso hasta para la realeza del rock de la época. Joel Gellen, productor del show, le había escrito una carta pidiéndole que también tocara la canción final de George junto a Petty, los Heartbreakers, Lynne, Winwood y compañía. Prince lo llamó y le respondió: «Sabes, recibí tu carta, me gusta la idea, voy a escuchar la canción unas cuantas veces y te responderé«, pero nunca lo hizo.
Esa tarde, durante el ensayo de la canción final, Steve Winwood dijo: «Oye, Prince está allí». Y Steve Ferrone (batería) respondió: «Entonces, ¿supongo que tocará con nosotros?».
Debían haber dos solos para la canción, uno en el medio y otro al final… y entonces, se decidió que ambos los tocaría Prince. Pero, en el ensayo, llegaron al primer solo, y estaba Marc Mann tocándolo, nota por nota, a la perfección, como lo hizo Clapton en el álbum, así que Prince bajó las manos de su guitarra y dio un paso atrás. Cuando llegaron al solo final… lo mismo.
Entonces… nadie estaba seguro de qué iba a pasar en el show final… después de que se ensayó la canción, Prince detuvo a Gellen y le dijo: «Miren, dejen que este tipo haga lo que hace, y yo intervendré al final. Para el solo final, olvídense del solo del medio… No se preocupen por eso«.
Prince sorprendería a todos, incluidos a los otros músicos del escenario, con ese solo final. Sin duda, se robó el show con un solo sorprendente, además de lanzarse al escenario de espaldas, y posteriormente lanzar su guitarra al aire, para retirarse de la forma más cool nunca antes vista.
La guitarra de Prince terminaría en manos de Oprah Winfrey. Ella estaba en la ceremonia esa noche y, siguiendo las instrucciones de Prince, su «técnico de guitarras» atrapó el instrumento y se lo llevó a Oprah. Ahora está consagrado en el Paisley Park de Prince.