En nuestro hermano país latinoamericano Cuba, hasta hace un tiempo estaba vigente el peor de los castigos que podía dársele a una sociedad: la prohibición de la música Beatle. Sin embargo, hasta hace un tiempo, los límites se han estado rompiendo, contando Cuba incluso con la visita del mismísimo Paul McCartney -quien luego de visitar el museo nacional anotara en el libro de visitas «Volveré, que viva la revolución»- y la del productor George Martin así como la creación de la magistral estatua Lennon, en el parque Lennon de la Habana por su aniversario de muerte del año 2000.