Geoff Emerick escribe libro Beatle

emerick(REUTERS)- Los Angeles. No hay muchas personas que puedan decir que hubo un tiempo en el que se hartaron y decidieron dejar de trabajar para los Beatles. Pero así­ es como comienza el capí­tulo once de Here, There and Everywhere: My Life Recording the music of The Beatles, escrito por el ingeniero de sonido Geoff Emerick y el coautor Howard Massey.

Corrí­a julio de 1968 y Emerick tení­a en sus manos la consola de grabación de los estudios de Abbey Road, produciendo las distintivas guitarras distorsionadas de Revolution de John Lennon.

Un Lennon impasible, sin aparentemente considerar todo el trabajo que su ingeniero habí­a invertido en obras tan seminales como Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Clob Bandas y Revolver, bramó con exasperación: «Tres meses en el ejército te hubiesen hecho bien».

Unos dí­as más tarde, mientras grababa ObLaDi, ObLaDa para los Beatles, Paul McCartney le dijo bruscamente a George Martin, el veterano productor de los Beatles, después de que le dio indicaciones sobre cómo grabar sus voces. «Bien, ¿por qué no vienes y lo cantas tú?» Era el final de un doloroso perí­odo en el que Emerick vio a la banda más famosa del mundo comenzar a desmoronarse.

A diferencia de otros libros que detallan el historial de grabación del grupo, el de Emerick provee el tipo de experiencias cotidianas de lo que fue trabajar con ellos.

Emerick estuvo presente en la primera sesión de grabación de los Beatles en septiembre de 1962, a los 15 años, en los afamados estudios de Abbey Road del sello EMI en Londres. Y grabó el último, en enero de 1970. Luego continuó trabajando para Paul McCartney durante años y también grabó Free As a Bird y Real Love, las canciones de la «reunión» del grupo de mediados de los ’90.

Los Beatles eran muy reservados en el estudio, incluso montaron una pequeña zona sólo para ellos y su cí­rculo.

«Estuvieron metidos en ese estudio por tanto tiempo, año tras año. Tení­an que tener su propio espacio», dijo Emerick a Reuters.

«Pero nunca nos invitaban, salvo unas pocas ocasiones, a comer con ellos un sábado por la noche. Nunca podí­as acercarte a ellos. Era un lí­mite que no se podí­a traspasar», agregó.

«Los Beatles estaban constantemente peleándose y molestándose entre sí­, poniendo todo en cuestión. Era como si estuvieran tratando de superarse y pelearse mutuamente al mismo tiempo. Era horrible verlo ocurrir», dijo Emerick.

El libro detalla el crecimiento de Los Beatles como músicos por separado, cansados de estar atrapados en Abbey Road todos los dí­as, así­ como su competitividad y diferencias artí­sticas.

La presencia de una quinta persona en el estudio, la nueva novia de Lennon, Yoko Ono, fue igualmente difí­cil. Emerick dijo que él y el equipo de producción se acostumbraron a que ella fuera a las sesiones, pero a los compañeros de grupo no les pasó lo mismo.

En un incidente, Ono sugirió que John cantara unas voces que McCartney estaba en proceso de grabar, haciendo que él «mirara a John con incredulidad y luego se marchara indignado».

Al final, Emerick no lo toleró más y, en la mitad de una grabación, dejó de trabajar para ellos. En 1969, sin embargo, Paul McCartney le pidió que dirigiera la construcción del estudio propio de Los Beatles en sus oficinas Apple en Londres. Volvió a trabajar con el grupo en Abbey Road, por el cual tanto él como su coingeniero Phil McDonald ganaron un Grammy.

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