Cuando se le pregunta por la clase de artista que se considera, Ono suele contestar «Yo trabajo con la música del espíritu». La vanguardia ha sido siempre una de sus guías y la incomprensión, cuando no el rechazo, una reacción ante su trabajo al que se acostumbró en sus comienzos.
El acta del jurado dice textualmente «Por su trayectoria artística desde la década de los cincuenta en los más variados aspectos de la creación contemporánea: artes visuales, performances, instalaciones multimedia y música». Yoko Ono ha ganado, por decisión unánime tras dos horas y media de debate, el Premio Internacional de las Artes Cristóbal Gabarrón, concedido anualmente al reconocimiento de la trayectoria en campos como las artes escénicas, las letras, el pensamiento, los deportes o la economía.