Aunque Paul McCartney aparentemente intenta hacer las pases con su ex pareja Heather Mills, ésta contrató a una compañía para espiarlo una semana antes de Navidad.
Se dice que Heather hizo que un ex patrullero y espía siguiera al ex Beatle y obtuviera imágenes de él borracho para que aumentaran las posibilidades de Mills de obtener la custodia completa de Beatrice, la hija de ambos.
«Si Paul quiere beber algunos tragos con un amigo no tiene nada que ver con su capacidad de ser padre, pero Heather está buscando cualquier oportunidad para hacerlo quedar mal» comentó una fuente a un periódico británico.
La ex modelo se puso furiosa al descubrir que el músico de 65 años de edad no estaba bebiendo por estar en recuperación de la cirugía de corazón que le practicaron. : «Heather se puso furiosa al tener que cancelar la primera vigilancia. Estaba convencida de que Paul saldría a beber con un amigo y que lo atraparía«.
Se informó que el personal que contrató Mills, seguirá al músico posteriormente en este mes para videograbarlo en secreto. La pareja actualmente en proceso de divorcio, comparte la custodia de Beatrice. Una audiencia de cinco días en la Corte Suprema de Londres posteriormente en este mes pondrá fin a los acuerdos de la separación y por la custodia de su hija.