Paul McCartney se olvidó por unos momentos del conflicto por el divorcio que sostiene con Heather Mills y aceptó asistir a la fiesta de cumpleaños organizada en honor de su hija, en Londres.
Mills organizó el festejo para Beatrice con motivo de su cumpleaños número cuatro y se gastó una millonada. La modelo contrató a actores que se vistieron como los personajes más recordados de Disney, incluyendo a Blanca Nieves, Cenicienta y Campanita, para entretener a 60 niños durante todo el fin de semana.
El ex Beatle estuvo en la fiesta de su hija sólo 20 minutos para no ver demasiado tiempo ni a su ex ni a la familia de ésta.
Entre los regalos que recibió Beatrice hubo hasta un pony.
AWWWWWW!!!!! Supongo que el ponny fue de Paul…no lo se, pienso que Beatrice es la unica que los une,