La diseñadora de modas Stella McCartney pasó esta noche en el hospital después de quejarse de sangrado y dolores en el abdomen. La hija de Paul McCartney, quien tiene siete meses de embarazo con su segundo hijo, fue monitoreada por médicos en el Hospital Real de Worcestershire.
A la mujer de 34 años le dijeron que su bebé no nacido está bien, pero que si no hubiera asistido al hospital las consecuencias hubieran sido «terribles».
Una fuente le dijo al periódico The Sun: «Su condición fue vista como grave por los médicos. Le advirtieron que ahora debe descansar completamente hasta el nacimiento. Esto significa descanso en cama total«.
Stella y su esposo Alasdhair Willis tienen un hijo de 18 meses, Miller.