A pesar que su divorcio le costara 31 millones de euros, Paul McCartney sigue creyendo en el matrimonio. Sin haber cumplido aún un año de noviazgo con Nancy Shevell, todo parece indicar que el matrimonio es inminente, según se confirma hoy el diario inglés Sunday Mirror.
El cantante ha manifestado que cuenta ya con la aprobación de sus hijas, cuya opinión le es demasiado importante, sobre todo luego de las constantes peleas con su ex-mujer, Heather Mills, a quien Stella siempre apuntó como una cazafortunas (título que a la larga, Mills justificó). «Contar con el visto bueno de Stella era muy importante para Paul. Todos los hijos de Paul tenían serias reservas sobre Heather Mills, pero era Stella la que más se oponía«, señalaron fuentes allegadas a McCartney. Por el contrario, la familia de McCartney considera a Nancy como una mujer tranquila, mesurada y madura, que al ser una multimillonaria heredera no persigue ningún interés económico, mientras Heather era vista como impulsiva.
Shevell es una exitosa empresaria estadounidense que con apenas 47 años preside una empresa familiar de transportes que factura bastante bien. También está divorciada (del abogado Bruce Blakeman) desde diciembre -lo cual aceleró la decisión del exbeatle- y tiene un hijo de 17 años.