Para la #67 entrega de los Golden Globe Awards, el cómico inglés Ricky Gervais fue invitado como presentador. A pesar de haber prometido a los organizadores no llevar muy lejos las bromas, se burló abiertamente de varias estrellas de Hollywood y artistas. A pesar de ello, fue convocado para conducir los Golden Globe Awards de años siguientes, ya que su humor negro y bromas pesadas terminaron por convencer a la audiencia (aunque no mucho a los críticos de espectáculos, ya que muchos medios lo calificaron de controvertido, polémico, predecible y censurable).
En cuanto a Paul (quien había sido invitado para presentar el premio a la mejor animación), comentó que se lo había cruzado en el vuelo de ida, pero que no pudo saludarlo puesto que McCartney iba viajando en clase económica, ya que gastó mucho dinero el año anterior, en una clara alusión a su divorcio.