Los Beatles tomaron el tren que en dos horas los regresaba a Nueva York pero su limosina no pudo pasar a través de la multitud. Era el natalicio de Lincoln, un día de fiesta, por lo que los colegios tenían a cerca de 10.000 fans fuera esperando en la Penn Station. Tuvieron que llegar a escondidas al hotel a través de los comunes taxis amarillos.
Después de afeitarse, darse un baño y cambiar de ropas, fueron camuflados para meterlos en el ascensor del Plaza, meterlos en la cocina y sacarlos para llevarlos al cercano Carnegie Hall para una doble actuación en el más prestigioso local de todo el país. Las entradas habían salido a la venta el 27 de Enero y sólo duraron un día. El grupo fue teloneado por «The Briarwoods». Había gente sentada incluso en el escenario, lo que incomodó a Los Beatles.