Llegó el mítico día. Y seguramente no lo recibió con la alegría que predijo en su canción hace 39 años, pero sí al lado de muchos de sus mejores amigos, quienes le demostraron su apoyo incondicional.
A pesar de la canción que llevaría a pensar que este debía ser uno de los cumpleaños más simbólicos de su vida, Paul McCartney opta por celebrar sus 64 con perfil bajo, realizando una simple «parrillada» (vegetariana) exclusiva para su familia -no amigos- en su casa de Peasmarsh, Sussex.