El poblado de Durness, North Highland ha visto acrecentada la afluencia de visitantes a su página web luego de explicar que Lennon solía pasar los veranos en la zona.
Imagine a John Lennon, siendo un niño, pasando sus vacaciones en un remoto pueblo escocés: ése es el principio que ha utilizado la oficina turística de esa región británica para promocionar los encantos de su oferta…Â y funciona. Desde que la Oficina de Turismo de North Highland (población 351) incluyó en su página web los vínculos que tenía con la zona el Beatle asesinado, el portal ha pasado de recibir 3 mil visitas diarias a ser consultada en sólo un día, el lunes pasado, por 150 mil personas.
«Aún no tenemos las cifras del martes y el miércoles, pero la respuesta inicial fue impresionante» , explicó un portavoz de la oficina turística, que destacó que los operadores turísticos han detectado un incremento de las solicitudes de información.
Desde los nueve a los catorce años, Lennon pasó largas vacaciones de verano en Durness, diminuta localidad de menos de 400 habitantes en la costa norte de Escocia, adonde regresó en 1969, junto a Yoko Ono y sus respectivos hijos. En ese último viaje, sobrevivió a un accidente de tráfico.
Según explicó el portavoz de la Oficina de Turismo, Lennon pasó «momentos muy felices en Durness; fue el lugar de sus vacaciones de la infancia» e, incluso, una de sus fuentes de inspiración para una canción, la titulada «In my life».
El músico pasaba los veranos junto a su primo hermano Stanley Parkes en una pequeña granja familiar.
El ex Beatle, explica Parkes en un comunicado difundido por la oficina de turismo, «nunca olvidó aquellas temporadas en Durness. Estaban entre sus recuerdos más felices. Amaba lo salvaje de la zona».
John, rememora su primo, «tenía nueve años cuando comenzó a venir a la granja de Durness. La granja pertenecía a mi padrastro, Robert Sutherland. John adoraba lo salvaje y lo sencillo del lugar».
Parkes recuerda cómo iban a pescar y cazar y cómo al ex Beatle le fascinaba «subir a las montañas para dibujar o escribir poesía».
«A John le encantaba caminar por las montañas, cazar y pescar. Solía capturar salmones» , añade Parkes, que, por ironías de la vida, trabajaba en una oficia de información turística en Durness cuando el 8 de diciembre de 1980 recibió una llamada de teléfono en la que le comunicaron que Lennon había sido asesinado en Nueva York.
Lennon regresó a Durness en 1969, con su esposa Yoko Ono y sus respectivos hijos, Julian y Kyoko, pero esas vacaciones estuvieron marcadas por el grave accidente que sufrió la pareja en el Loch Eriboll.
Lennon, que recibió diecisiete puntos de sutura tras sufrir varias heridas faciales, tuvo que pasar cinco días ingresado en un hospital de la zona.
Tras regresar a Londres en helicóptero y avión privado, Lennon declaró a los periodistas: «Si habéis de sufrir un accidente de automóvil, mejor que sea en las Highlands. Los hospitales allí son geniales».
Para promocionar los vínculos con uno de sus visitantes más célebres, los responsables de turismo del área recuerdan en su página web (northhighlandsscotland.com) los momentos pasados por Lennon en la pintoresca localidad e incluyen otros enlaces de interés para los seguidores del compositor de «Imagine».
Incluso, un nuevo libro que se promociona en la página web, detalla los vínculos de John Lennon con el norte de Escocia ha sido escrito por un antiguo miembro del Partido Nacional Escocés del sur de Escocia (MSP), el nacionalista Mike Russell. La novela «The Next Big Thing» relata los vínculos del ex Beatle con Durness en las Tierras Altas de Escocia. El sitio web afirma que también hay una película sobre su tiempo en la ciudad de las gaitas.
La novela se publica cuando los viajes de la infancia del músico al pueblo de Sutherland. Russell afirma que «Durness tuvo un gran impacto en John Lennon. Realmente era donde a menudo era más feliz en una infancia infeliz».
Russell: «Es realmente una historia poco conocida, incluso hoy en día. Durante mi investigación, estaba bastante claro que John conectaba enormemente con el área y tiene un potencial sin explotar para atraer a los turistas a ver el lugar que ayudó a formar a John Lennon en el período en que pasó de ser un niño a un adolescente «.
los británicos (en particular, y los europeos en general) son genios del turismo… es cierto que tienen mucho qué ofrecer, pero digamos que el 50% de eso es ciertamente la convocatoria a amantes del arte, de la música, etc, etc…