Aunque las imágenes que proporciona «Los EEUU contra John Lennon» no son del todo desclasificadas ni novedad para la masa seguidora del legado Beatle, resultan lo más parecido a crear con las sobras del almuerzo una cena formidable y emotiva. Se trata de un compilado del material recopilado por David Leaf y John Scheinfeld en torno a los años en que el FBI intervino la vida de John Lennon por considerarlo una amenaza para el «american way of life», por despotricar contra la guerra de Vietnam y apoyar las causas conflictivas locales como el encarcelamiento de John Sinclair, un activista condenado a diez años de prisión por convidarle un par de caños de marihuana a una policía encubierta.
Con imágenes entre 1966 y 1976, Leaf y Scheinfeld se pasean por los más memorables pasajes Lennon de un período en que quienes decían «revolución», lo hacían con la fuerza de las barras bravas de hoy: Lennon dando explicaciones por decir que los Beatles eran más populares que Jesucristo o criticando la guerra de Vietnam desde una cama king size. Lennon esto y aquello. Sacando de sus casillas a Nixon y clavando una astilla en el paladar del poder.
«Cuando algún artista le lleva la contra a los intereses de nuestra democracia, lo que está haciendo realmente es granjeare un gran sacrificio para su persona y hasta corriendo un riesgo personal«, decía un sudado vicepresidente norteamericano.
Todas imágenes que para los nuevos espectadores pueden resultar reveladoras, acá se suceden con el aporte de las más influyentes cabezas parlantes de aquel entonces. Tiempos de líderes explosivos como Angela Davis, Bobby Seale y sus Panteras Negras; luminarias como Gore Vidal, el lingí¼ista Noam Chomsky, el periodista Carl Bernstein (la otra mitad del caso Watergate junto a Bob Woodward) y Ron Kovic el autor de «Nacido el 4 de julio» que se despachan esas frases de autor que no deberían faltar en los libros de historia de las escuelas. También participa Yoko Ono cuya principal garantía es autorizar esta biografía de Lennon y desclasificar algunos datos de cama.
Con todo, el documental emociona con una acertada selección de obras del cancionero rock del ex Beatle y un final que ya todo mundo conoce, pero que inevitablemente suena más estremecedor que los cinco balazos de Mark Chapman.
VILLANO INVITADO
«Lennon era enemigo natural de quienes controlaban EEUU y eso para mí era admirable. Lennon representaba la vida; Nixon y Bush representan la muerte«, dispara Gore Vidal en un segundo de la película, inmediatamente después de que los directores pongan la versión institucional de G. Gordon Liddy, uno de los implicados en el escándalo del Hotel Watergate que le costó la presidencia a Richard Nixon: «John Lennon era una persona de un altísimo perfil, así que sus actividades debían ser monitoreadas» . Eran los días previos a la inminente reelección de Nixon y la influencia de un músico que exigía una oportunidad para la paz, resultaba francamente inconvenientes. Si bien las intenciones del documental -producido por la misma casa creadora de «Fahrenheit 9/11» son recargar las similitudes de Vietnam con la hecatombe de Iraq, la connotación actual es evidente y el peso de su protagonista brilla por sí solo.