El ex Beatle Paul McCartney (65), y su esposa, Heather Mills (40), comparecieron este lunes 11 ante un tribunal de Londres para intentar nuevamente sellar su divorcio, que podría convertirse en el más costoso de la historia británica. La audiencia sucede a la celebrada en octubre del 2007 en la Alta Corte de Londres, en la que no se pudo llegar a un acuerdo entre las partes.
McCartney y Mills llegaron a la corte por separado a comienzos de semana, para una audiencia a puerta cerrada de cinco días ante el juez Hugh Bennett, la misma que se prolongó hasta este lunes, y si no se llegara a un acuerdo, podrían apelar la sentencia y comenzarían un juicio público, cosa que McCartney quiere evitar por protección a Beatrice. Muy por el contrario, Mills ha amenazado ya con publicar un libro sobre sus años junto a Paul y ventilando sus problemas más personales. La disputa se ampliará hasta una segunda semana pues Hugh Bennett requiere tiempo extra para dilucidar el caso. Una vez termine la audiencia el juez podría tardar varias semanas adicionales en lo que resuelve su sentencia.