Paul premia a su asistente personal con un regalo de despedida de £160,000. El ex Beatle rogó a Shelagh Jones que se quedara después de 16 años de leal servicio, incluso agasajándola en un intento por hacerla cambiar de parecer. El dinero asegura que Shelagh no revelará ningún detalle sobre su tiempo trabajando para Paul. Un amigo de Paul remarca: «Paul nunca quiso que se fuera… eran casi como hermanos«.