Paul, quien se encuentra en Nueva York y ha limado sus asperezas, acude nuevamente a casa de John, sin avisar. Lleva consigo una guitarra. Al tocar en casa de John, este no lo recibe, rechazando la visita de Paul. A pesar que más adelante hablarían por teléfono en algunas ocasiones, esta fue la última vez que Paul y John se vieron directamente.
John Lennon: «Le dije que ya no era 1956 y que no podía presentarse con una guitarra al hombro para que yo lo atendiera, porque debía cuidar a mi hijo«.