Paul McCartney comprueba que la sencillez es admirable, ya que a pesar de ostentar una fortuna estimada en los 780 millones de euros, aparentemente no tiene problema alguno para ahorrarse algunos centavos de vez en cuando.
A pesar que no tiene absolutamente nada de malo, sí resulta curioso. McCartney sorprendió a varios pasajeros quienes «se cruzaron» con él en un vagón de segunda clase del tren, partiendo de la estación Charing Cross en Londres.
Paul tuvo un viaje muy tranquilo y silencioso, a pesar que muchos seguidores pudieron sacarle algunas fotos, sin interrumpirlo.