Paul McCartney acudió junto a sus hijas Mary y Stella, y esposa Nancy, al último concierto del «Eras Tour» de Taylor Swift en Londres. Allí se le vio muy entusiasta bailando junto a varias fanáticas de la cantante americana.
La presencia de McCartney no pasó desapercibida en el Estadio de Wembley ni siquiera por las «swifties», quienes no dudaron en obsequiarle numerosas «pulseras de la amistad» que suelen coleccionar, mientras el músico se dirigía hacia su asiento en la zona VIP.
En un gesto que provocó una ovación, McCartney levantó los brazos al aire para seguir agradeciendo los aplausos y los coloridos presentes que le entregaron.