Hoy viernes, Los Beatles se aprestan a dejar Auckland pero su avión sufre un atraso de por lo menos media hora puesto que la noche anterior habían recibido una amenaza de bomba. La «bomba alemana» que les fue advertida finalmente no fue encontrada y Los Beatles pudieron viajar hacia el sur para presentarse en la ciudad de Dunedin a donde llegan a las 2:50pm para sus 4 conciertos -sold out- en esa ciudad, que resultaría siendo aún más peligrosa que Wellington y Auckland.
La policía local ignoró la orden de los managers del tour y solo permitieron que tres oficiales controlaran a los por lo menos dos mil fans que se reunieron en las afueras del New City Hotel. Así que cuando llegaron, Los Beatles nuevamente tuvieron que pelear con los fans para que los dejaran pasar. A Paul lo golpearon en la cara y a John Lennon, quien fue el último en salir del auto, le arrancaron unos cuantos mechones de cabello. Mal y Neil se quedaron un buen rato peleando con los fans para terminar de despejar la vía. Esa tarde, brindaron una conferencia de prensa donde también se presentaron incidentes para la acreditación de periodistas, en la que finalmente, por las ansias de tener un pedazo de los Beatles, estaban presentes todo tipo de personas de a televisión y medios, fueran o no periodistas, por lo que algunas de las preguntas no tuvieron sentido alguno. John Lennon no acudió a la conferencia porque tuvo que ser lanzado -literalmente- para entrar al hotel, y tenía un gran corte en la rodilla.
Más tarde, Lennon se expresó en contra de las autoridades locales describiéndolos como ricos y pintorescos.
Para poder salir del hotel hacia la limusina que los llevaría al Town Hall, algunos asistentes de la gira se vistieron como Los Beatles y fungieron de dobles para distraer a la multitud y salir por la puerta trasera.
Como no era muy común en ese entonces, los fanáticos no respetaron su numeración, y apenas Los Beatles aparecieron en el escenario, corrieron hacia adelante, parándose frente a todas las filas de asientos, quienes tuvieron que pararse en los mismos para lograr una vista decente. 30 policías se pararon al frente del escenario para restaurar el orden. En un momento del concierto, una chica logró lanzar su gorro al escenario, John lo levantó y se lo lanzó a Ringo, quien se lo puso en la cabeza. La mujer se desmayó de inmediato.
Esa noche John, Ringo y el DJ Bob Rogers interpretaron a tono de broma una parodia donde Paul estaba involucrado con una chica nudista, situación que a Paul no le causó ninguna gracia.