Los Beatles conocen a Elvis Presley

Los Beatles, en el último dí­a de un descanso de cinco dí­as de su gira por América del Norte, asisten a una sesión de grabación para The Byrds. Dado que parecí­an atrapados en su propia casa, Paul McCartney decide ponerse un disfraz y acompañado por uno de sus asistentes, Alf Bricknall, sale a pasear por los alrededores.

Esa noche conocieron a Elvis Presley en su casa en Perugia Way en Bel Air cerca del Country Club de Beverly Hills. Llegaron a las 11pm para encontrar a Elvis esperando sobre el umbral. Él los llevó por un enorme vestí­bulo circular alumbrado con sus favoritas luces rojas y azules en una enorme sala de estar dominada por un enorme televisor color con el sonido apagado. Tony Barrow su agente de prensa, Brian Epstein y el Coronel Tom Parker estuvieron de pie juntos y miraron la reunión.

La atmósfera estaba afectada al principio, sin nadie diciendo nada hasta que Elvis dijo, «Si uds. van a sentarse aquí­ y mirarme fijamente a mí­ toda la noche, voy a acostarme«.

Esto rompió el hielo. Elvis trajo guitarras y él y Los Beatles tocaron juntos los discos de la colección de Elvis. Paul tocó el piano y la guitarra mientras Elvis tocó el bajo. Ellos encontraron que tení­an cosas en común, hablando de los incidentes con los admiradores y los problemas de ser famosos. George le contó a Elvis como su avión se prendió fuego aterrizando en Portland y Elvis recordó un episodio similar cuando el motor de su avión falló en Atlanta.

Él dijo que normalmente le tomaba aproximadamente 28 dí­as filmar una de sus pelí­culas lo que asombró a Los Beatles que pensaron que su programa de filmación de seis semanas habí­a sido apresurada. John tuvo una metida de pata terrible preguntándole a Elvis, «¿Por qué no vuelve a grabar discos de rock and roll?«. A Elvis esto le significó que su carrera habí­a caí­do profundamente pero más que discutir el caso, le echó la culpa a su carrera de actor: «Es mi programa de pelí­culas. ¡Es tan apretado! Aunque yo podrí­a hacerlo pronto«… «¡Entonces lo compraremos!» le dijo John.

Mal Evans, Neil Aspinall y Alf Bicknell, sus ayudantes de gira, estaban también presentes durante la visita y estuvieron asombrados de encontrarse con que Elvis tení­a diez asistentes, con sus mujeres, viviendo con él en la casa, mientras que Los Beatles se arreglaban con tres miembros del equipo de gira para ellos cuatro.

A los Beatles les pareció más tarde que Elvis habí­a estado borracho o algo durante toda la reunión, una reunión que parecerí­a haber sido incómoda y que dejó a los Beatles con la impresión de que la personalidad de Presley es, en definitiva, «no magnética».

Después de tres horas, los Beatles se marcharon, siendo un poco más de las dos de la mañana. Ellos recibieron cada uno un juego completo de los álbumes de Elvis, fundas de pistolas con cinturones de oro de cuero y una lámpara de mesa con forma de un vagón. Cuando Elvis los despidió, les dijo, «No se olviden de venir a verme otra vez en Memphis si ustedes están alguna vez en Tennessee«. Cuando la limusina de Los Beatles arrancó, John se dio vuelta a los demás y les preguntó, «¿Dónde está Elvis?» Más tarde dijo: «Se pareció a una reunión con Engelbert Humperdinck«.

Solo en ese momento, un fotógrafo pudo captar a los Beatles abandonando la mansión de Presley. No existen más documentos sobre este histórico encuentro.

Muchos años después, cuando hablaba de conocer a Elvis en «The Beatles Anthology», los tres Beatles sobrevivientes tienen historias completamente diferentes sobre lo que realmente sucedió. El misterio rodea la unión de estas mega estrellas de rock hasta el dí­a de hoy.

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