Tras casi un mes de haberse casado, los Harrison se van de luna de miel a Barbados. En su paso por el aeropuerto de Londres son seguidos por los periodistas antes de abordar su vuelo BOAC.
Al llegar a Barbados se instalan en la villa Benclare en la playa Gibbs (hoy llamado Sandy Lane Estate), donde uno de estos días se cruzaron a la Reina de Inglaterra y el Príncipe Felipe, quienes estaban visitando en ese momento. También llegan a conocer al banquero George Drummond, entre las pocas personas que los reconocían en la isla.