John había tenido la idea por mucho tiempo de que Los Beatles debían vivir todos juntos en una isla con estudio de grabación y un complejo centro de entretenimiento en el medio, rodeado por cuatro villas. Más o menos lo que debería ser la vivienda de sus amigos y el staff. Alex Mardas un reparador de televisores que John había apodado «Magic Alex» tenía amigos en la Junta Griega Militar e hizo los arreglos para que Los Beatles solicitaran una isla ahí. Aunque las autoridades habían prohibido el pelo largo y el Rock ‘n’ Roll, sintieron que la visita de Los Beatles podría ayudar a sostener la industria del turismo y socavar algo de mala prensa que habían tenido por las torturas aplicadas a los que estaban en contra del régimen. Alex voló a Grecia y se apareció con la isla de los sueños de John: la Isla de Leso, 80 acres de tierra rodeada de 4 islas habitables, una para cada Beatle. La isla se vendía en £90.000 incluyendo una pequeña villa para pescar, 4 playas de ensueño y plantaciones de olivo.
George y Pattie, Ringo y Neil Aspinall volaron a Atenas donde habrían de encontrarse con Alex y con su padre, quien era policía militar. Ellos estuvieron en la casa de Mardas en un suburbio de Atenas hasta que el resto del grupo llegó.
Los viajes a Leso son un hecho, pero la isla escondida de Los Beatles es una leyenda no confirmada, que ha sonado más fuerte cuando se despierta el rumor de la muerte de Paul, y el supuesto lugar donde este fue enterrado.