Paul McCartney acepta la invitación de su amigo Ivan Vaughan y acude al estadio de Wembley a presenciar la final de la FA Cup. Su visita es sorpresiva y algunos fans de Los Beatles y del fútbol se sorprenden al verlo entrando al estadio.
Esa tarde se enfrentaron el Everton FC -equipo con el que la familia McCartney simpatizaba- y el West Bromwich Albion FC. Al final el Everton FC perdió por 1-0.