Paul demanda a los otros Beatles

Para los miembros individuales de los Beatles, el año se termina en un punto muy bajo, con Paul entablando un juicio contra John Ono Lennon de Ascot, Berkshire, George Harrison de Henley-On-Thames, Berkshire, Richard Starkey de Highgate, Londres, y Apple Corps de Saville Row, Londres, en el Tribunal Supremo de Londres, buscando un final a The Beatles & Company.

La demanda, emitida en la División de Cancillerí­a, busca: «Una declaración que el negocio de sociedad continuado por el demandante y los demandados bajo el nombre de The Beatles & Company, y constituido según un hecho de sociedad datada el 19 de abril de 1967 y hecho entre las partes, deberí­a ser disuelta y que en consecuencia el mismo será disuelto.«

La presentación de Paul también solicita que un representante de Apple sea designado hasta que el caso sea terminado, y que Allen Klein formalmente es acusado del mal manejo de los fondos de Apple. Tanto George como Ringo rehúsan a comentar la acción de Paul. A efectos prácticos, Paul habí­a decidido que el grupo sea terminado. Él Comenta: «Para mí­, quiero salir del contrato. Pienso que el grupo está terminado. Nos hemos separado y todo los que alguna vez hemos ganado ahora deberí­a ser repartido. Ellos no están de acuerdo. Ellos piensan que esto deberí­a seguir exactamente como estaba planeado. ¡Pero si tres de ellos lo quieren, ellos podrí­an sentarse hoy y escribir en un pedacito de papel que me diga que estaré liberado… esto es todo que quiero!«

(Nota: Una lectura del balance preliminar hasta la fecha de hoy, revela que el crédito total de los cuatro Beatles individualmente, excluyendo la empresa Apple, está a 738,000 libras. De aquella suma, es calculado que 678,000 libras es todaví­a debido al impuesto sobre ingresos.)

¡Hablando de traumas! No sólo se disolvieron los Beatles, el grupo más fabuloso y la gente más amable, los otros tres Beatles, estos verdaderos amigos míos desde hace mucho tiempo, estos verdaderos amigos míos se convirtieron ahora en mis enemigos más firmes de la noche a la mañana. Desde que era niño había estado en este grupo, había crecido en este grupo, esta era mi escuela, mi familia, mi vida. John Eastman dijo: «Tienes que hacerlo de esta manera, no hay otra manera». Yo dije: «¡No puedo hacerlo!». ¿Te imaginas la percepción del mundo? Sé qué relaciones públicas voy a conseguir. Sé cómo lo percibirá la prensa”. Sólo estaba tratando de alejarme de ellos y mantener el perfil bajo, pero no pude. Sabía que tenía que hacerlo. Era eso o dejar que Klein se quedara con todo, toda la fortuna por la que habíamos trabajado toda nuestra vida desde que éramos niños.

Pero rescatamos millones para los Beatles. Nos habían llevado bastante tiempo ganarlos y no habíamos jodido a nadie para ganarlos y siempre pensé que era dinero muy limpio comparado con los constructores navales y las grandes fortunas azucareras. Nadie tuvo que comprar nuestros discos. Habíamos mantenido a la gente trabajando en las fábricas de vinilo, habíamos trabajado para esto, nos habíamos raspado los dedos hasta los huesos. Así que nos sentimos bien con eso y yo me sentí bien por aferrarme a ello.

Paul McCartney, Many Years From Now

Ringo, mientras tanto, se aleja de esta sorpresa devastadora dada por Paul sosteniendo una fiesta de fin de año en el Club de Ronnie Scott en Londres. Él participa en una sesión de «jamming» estelar que destaca a Charlie Watts (compartiendo tambores con Ringo), Eric Clapton, Bobby Keys (sobre saxo), Klaus Voorman, Maurice Gibb (ambos compartiendo el bajo) y Georgie Fame (en órgano). Tomaron todo el champán hasta las tempranas horas de 1971.

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