El vuelo en el Concorde de regreso a casa en Inglaterra (el BAO 44) es forzado a regresar al aeropuerto J.F.K. de Nueva York cuando una luz de advertencia en la cabina del piloto se encendió. Una vez de regreso en el aeropuerto, todos los pasajeros desembarcaron mientras el equipo de ingenieros de la British Airways chequeaba la nave. (El aviso resultó ser una falsa alarma). Para pasar el rato durante las tres horas de retraso, George toma su guitarra y entretiene a los pasajeros que volaban en primera clase con una repentina actuación de 15 minutos con canciones de George Formby. Mientras con sus manos entretenía a la cautiva audiencia, otro famoso pasajero, Norman Schwarzkopf, comandante de la fuerza aliada, iba contando historias sobre sus heroicas hazañas como militar en la Guerra de el Golfo.