Paul McCartney se presenta en el show de medio tiempo durante el Super Bowl XXXIX entre los New England Patriots y los Philadelphia Eagles en el Alltel Stadium de Jacksonville, Florida.
Es un evento muy importante para muchos cantantes y Paul McCartney añade esta a su lista de honores. Abre el show con Drive My Car, y continúa con Get Back, acompañado de imágenes dinámicas en el escenario extendido de diseño único. Los fuegos artificiales y los explosivos iluminan Live and Let Die, y todo el estadio se une para el gran final, agitando linternas mientras cantan Hey Jude.