George Martin, legendario productor de los Beatles, asegura que «Love», el álbum de mezclas de clásicos del grupo, que sale el lunes al mercado mundial, ‘no suprime nada’ de la esencia de esa formación y admite, con cierta nostalgia, que este proyecto marcará ‘el final’ de su propia carrera.
Martin ocupa un lugar muy especial en la historia de la música, donde es casi una figura mítica. Apodado ‘el quinto Beatle’, por la inmensa influencia que ha ejercido en los trabajos del cuarteto británico, el veterano productor habla con entusiasmo de esta compilación experimental.
«Creo que el resultado del disco es buenísimo y yo me siento muy satisfecho«, observa Martin en una mesa redonda con prensa especializada en los famosos estudios londinenses de Abbey Road.
El productor insiste en que el nuevo CD no ‘anula’ ningún matiz relevante del formato original de los Beatles. ‘Si acaso, puntualiza, añade algo, ya que se trata de una reconstrucción. Pero en absoluto hemos cambiado las canciones de los Beatles. Los formatos siguen intactos’.
Con 56 años de experiencia a sus espaldas, Martin se embarcó, junto a su hijo Giles, en la labor de adaptar la historia musical del cuarteto británico al espectáculo musical de la formación canadiense Circo del Sol (‘Cirque Du Soleil’).
El show, que se estrenó el pasado verano en Las Vegas, contó con el beneplácito de Ringo Starr y Paul McCartney, los dos únicos supervivientes de la banda, así como por las viudas de John Lennon y George Harrison: Yoko Ono Lennon y Olivia Harrison.
Y de ahí surgió la idea de trasladar la música al álbum, una tarea que tan sólo se le podía encomendar a Martin, quien, junto a Giles, revisó todas las cintas originales del catálogo de la banda -las de cuatro pistas, ocho y dos- hasta crear una base sonora.
‘La única razón por la que nos planteamos reconstruir la música de los Beatles -explica el mayor de los Martin- se debió a la exigencia del espectáculo. El nos dictaba lo que hacíamos’.
Tres años de esfuerzo en los emblemáticos estudios incluyen mezclas experimentales de auténticos clásicos como ‘A hard day’s night’, ‘Within you’, ‘Without you’, o ‘Tomorrow never knows’.
McCartney y Starr, ‘muy reticentes’ al principio, no tardaron en entusiasmarse. ‘Nos dieron licencia total para hacer lo que quisiéramos y permiso para experimentar. En este sentido, hemos sido unos privilegiados, contábamos con esa ventaja y no creo que le hubieran concedido esta autoridad a ninguna otra persona’.
También reconoce el veterano productor que esta recopilación podría marcar el colofón a su prolífica trayectoria.
‘¿Saben cuántos años tengo?. Realmente creo que éste será el final de mi carrera, principalmente porque el oído se me ha deteriorado muchísimo. En un par de meses cumpliré 81 años y mi oído flojea. Esto hace unos años se me daba bastante bien y me doy cuenta de que ya no soy tan bueno como antes’, añadió.
Su memoria, sin embargo, se conserva intacta y Martin repasa algunos de los innumerables recuerdos que guarda de Paul, Ringo, George y John. ‘Lo maravilloso y extraordinario de los Beatles -dice- es su música, y la música permanecerá para siempre. Y es tan brillante hoy como lo era en los 60. No es una música que esté caducada. Sigue siendo una pieza de maquinaria extraordinaria’.
Para los entonces jóvenes ‘Beatles’, George Martin hizo ‘casi de hermano mayor’, y de ellos cuenta que aprendió ‘muchísimo’.
‘Yo les enseñé algunas cosas sobre música y grabación, pero también aprendí muchísimo trabajando y estando con ellos. Me enseñaron a mantener los ojos bien abiertos, a ser curioso y profundizar en las cosas, sin quedarme sólo con lo obvio’.
Sobre McCartney, Lennon, Harrison y Starr destaca que eran ‘traviesos, irreverentes, tenían un carisma tremendo y una cualidad que hacía que cuando estabas con ellos, disfrutabas con su presencia y, cuando te dejaban, te sentías un poquito más vacío. Cuando los conocí, me enamoré de ellos’.
‘No te encuentras con mucha gente así, pero así eran los Beatles y pensé: ‘si tienen este efecto sobre mí, ¿cómo serán con una audiencia?’.
Si los Beatles sedujeron al legendario productor, que fichó de inmediato al cuarteto de Liverpool, el hechizo fue mutuo. ‘Ellos ya conocían y respetaban mi trabajo y yo ya era famoso, comparativamente hablando’.
La mezcla funcionó: El idilio comenzaba y nacían los Beatles.