El caso que enfrenta a Yoko Ono y su ex chofer, Koral Karsan, dio un giro inesperado tras publicarse hoy el contenido de una presunta carta en la que el empleado habla de la existencia de una historia de amor entre ambos.
Según se extrae de la misiva, publicada por The New York Times, el vínculo que unía a Karsan, de 50 años de edad, con Ono, de 73, iba -presuntamente- mucho más allá de una simple relación laboral.
«Te he servido lealmente como conductor, guardaespaldas, asistente, mayordomo y enfermero, y mucho más, como tu amante y tu confidente, durante los últimos diez años«, afirma el ex chófer en el primer párrafo del documento.
Karsan asegura en la carta que su relación con Yoko Ono había destruido su matrimonio y su autoestima, debido a las continuas humillaciones que le infringía la viuda de John Lennon.
El ex chófer, de origen turco, concluía la misiva con la petición a su antigua empleadora de una suma de dos millones de dólares como compensación a su «sufrimiento».
«Tus continuos abusos psíquicos y físicos me han convertido en una persona diferente y han acabado con la poca dignidad y amor propio que me quedaba. Incluso mi mujer me ha abandonado debido a nuestra relación«, se quejaba el ex chófer.
Karsan amenazaba con demandar a Ono en el caso de que no hiciera frente al pago, además de revelar diverso material -cintas de vídeo, correos electrónicos y fotos- con información que, según él, «estremecería al mundo».
También amenazaba con publicar grabaciones en las que se podría escuchar a Ono haciendo comentarios críticos sobre los Beatles, Jacqueline Kennedy Onassis y su propio su hijo, Sean Lennon, en las que éste aseguraba a su novia que su padre era un maltratador. «Si quieres que todas estas fotos, grabaciones, correos electrónicos y conversaciones desaparezcan de la faz de la tierra y no volver a oír hablar de ellas, todo lo que tienes que hacer es mandarme un cheque bancario por valor de dos millones de dólares«, señala la misiva.
Karsan entregó una carta el pasado 8 de diciembre, justo la fecha en la que se cumplía el 26 aniversario del asesinato del ex Beatle en la puerta del edificio Dakota, de Nueva York, donde todavía vive la artista japonesa.
El ex empleado fue detenido a los pocos días y acusado de intento de chantaje, por lo que ingresó en prisión ante el riesgo de fuga a su Turquía natal.
La fiscalía encargada del caso considera el documento como una carta de extorsión y define a Karsan como una persona potencialmente violenta, en tanto que los abogados de Yoko Ono han negado que existiera entre su defendida y el ex chofer ninguna otra relación que la estrictamente profesional.