El ex Beatle Paul McCartney habría aceptado pagarle alrededor de 60 millones de dólares (32 millones de libras -más de 47 millones de euros-) a su ex esposa, la modelo inglesa Heather Mills, con quien estuvo casado por cuatro años, entre efectivo y propiedades inmobiliarias, como parte de un acuerdo de divorcio.
En un nuevo informe del dominical británico «News of the World», Mills se quedará, además, con una exclusiva mansión de McCartney en St. Johns Wood, al oeste de Londres -valuada en 8 millones de dólares-, y con otra propiedad en Beverly Hills, Los Angeles, cuyo precio estimado ronda los 12 millones de dólares.
Paul ha aceptado el acuerdo extrajudicial buscando evitar que sigan saliendo a luz detalles de separación, según revelaron fuentes allegadas al músico. Así, la modelo cobrará $2,000 por cada hora de casada con Paul. El acuerdo implica que McCartney no podrá denunciar públicamente las acusaciones de malos tratos lanzadas contra él por los abogados de Heather Mills.
Con una fortuna de más de 1.221 millones de euros, McCartney aceptó pagar ese dinero y entregar dos de sus propiedades a la modelo causando malhumor en sus hijas, la diseñadora Stella, de 35 años, y la fotógrafa Mary, de 37, quienes dijeron «estar furiosas» con el acuerdo. Mientras los trámites de divorcio siguen viento en popa, las hijas de McCartney quieren que la modelo sea desacreditada en la corte.
El plan de divorcio de la modelo con el músico fue elaborado por los abogados que participaron en la separación del príncipe de Edimburgo, Carlos y Lady Diana de Gales: Anthony Julius y Fiona Shackleton. Sin embargo, dice News of the World, que el acuerdo entre McCartney y Mills vale casi el doble que el de los príncipes ya que Diana sólo obtuvo 17 millones de libras (25 millones de euros al cambio actual) en 1996.
Mills y McCartney se casaron en 2002 y tienen juntos a una hija, Beatrice Lilly, de dos años.