Mark McGowan, un activista británico a favor de los derechos de los animales y en contra de la inacción de los organismos de su país se comió un perro de raza corgi -el tipo de can favorito de la reina Isabel II- para protestar luego de que un grupo de personas, entre ellas el príncipe Felipe, supuestamente matara a un zorro a comienzos de año. Anteriormente también se llegó a comer un cisne como parte de un espectáculo artístico.
McGowan procedió a comerse el perro durante la emisión de un programa de radio en Londres, junto con Yoko Ono. Según el activista, el perro que se comió -que había fallecido en un criadero- «tenía un gusto realmente asqueroso» y añadió que «Yoko Ono se vió un poco extraña» al comer un trozo del animal.
«Sé que algunas personas encontrarán esto ofensivo y de mal gusto, pero lo hago para dejar de manifiesto la incapacidad de la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA) para procesar al príncipe Felipe y sus amigos que dispararon contra un zorro y dejaron que luchara por su vida durante cinco minutos para luego matarlo con un palo«, dijo McGowan.
La RSPCA es responsable de aportar pruebas a los fiscales británicos en casos de crueldad contra los animales, pero el organismo afirmó que «no halló evidencia» sobre una presunta agresión cometida en enero. «Un examen independiente determinó que el zorro murió por disparos, sin que se encontraran pruebas de otras lesiones o traumatismos«, expresaron a través de un comunicado.
Isabel II ha sido dueña de más de 30 corgis desde el inicio de su reinado en 1952, y actualmente posee cuatro: Pharos, Swift, Emma y Linnet.