Paul McCartney comenta que se ríe cuando tratan de entender las canciones que él escribe, porque la mayoría de las veces no atinan a ninguna cosa. Confiesa que cuando escribía para los Beatles se sentaba a componer sin tener idea de lo que resultaría al final.
Él dice, «Cuando escribo algo, la mitad de tiempo no tengo una idea específica de lo que tratará, siempre he tenido a una oleada de personas que interpretan cosas y el punto de vista, ‘Oooh… él habla de Yoko’ Y pienso, ‘ ¿Qué? No soy cruento no. Estoy hablando de un coche’… Yoko-Volvo, error común«.