Con 50 millones, Paul y Heather ponen fin a la novela

Fiona Shackleton luciendo el cabello mojado tras el ataque de Mills

La muy subida de tono disputa matrimonial termina hoy con Heather Mills tirando una  jarra de agua sobre la cabeza de la abogada de Paul McCartney. Su gesto de rabia al saber que el juez harí­a públicas sus apreciaciones sobre el caso. En éstas, el juez Hug Bennett calificó a Mills de malintencionada, mientras que alabó la honestidad y el equilibrio de McCartney.

Heather habrí­a intentado en vano impedir la publicación del documento cuando se enteró ayer que el juez sostení­a que buena parte del testimonio presentado por ella al Alto Tribunal de Londres fue “no sólo inconsistente e inexacto, sino que tampoco totalmente sincero“.

Por decisión del juez, Mills tendrá que “contentarse” con 24.3 millones de libras (unos 49 millones de dólares) frente a los 125 millones (252 millones de dólares) que reclamaba a quien fue su esposo durante cuatro años. El juez dispuso también el abono de una anualidad de 35.000 libras (unos 70.000 dólares) para la manutención de la hija de la pareja, Beatrice. Esto representa la quinta parte de su pedido, pero aún así­ la cifra acordada implica el equivalente a unos 34.000 dólares por cada dí­a de los cuatro años que duró el matrimonio.

Es un escándalo“, declaró la ex modelo a la BBC.

Según la modelo, su oposición a la publicación del dictamen se debí­a a que “la sentencia involucra temas de la seguridad privada de mi hija“, sin embargo perdió también esta batalla. Los lores de Justicia Nicholas Wall y Matthew Thorpe se negaron a la apelación e incluso es probable que los detalles completos sean publicados en internet.

Según el juez, McCartney “se expresó moderadamente aunque en ocasiones con una justificable irritación, si no rabia. Fue consistente, exacto y honesto“. Entre algunos de los testimonios que aparecen redactados en el documento están estas palabras de Paul: “Creí­ que era para toda la vida y que poní­a todo en un nivel muy diferente. Dejamos de utilizar métodos anticonceptivos la noche en que nos casamos, pues ninguno de los dos contemplaba tener un matrimonio sin hijos“.

Por su parte, describe a Mills como una mujer “decidida y de fuerte personalidad“. Bennett reconoce que Mills ha estado sometida “a enorme presión“, pero dice haber llegado a la “conclusión de que buena parte de su testimonio, escrito y oral, no era sólo contradictorio e inexacto sino que tampoco del todo sincero“. También se detalla la queja de Mills, asegurando que McCartney intentó limitar su carrera con la siguiente declaración: “El dictaba qué podí­a hacer y qué no“.

 

Las Propiedades

En la sentencia, el juez pone en tela de juicio la aseveración de Mills de que era dueña de un apartamento tipo ático en la calle londinense de Piccadilly valorado en unas 500.000 libras (algo más de 1 millón de dólares), además de una propiedad de 250.000 libras (505.000) en Brighton (Sur de Inglaterra).

No puedo aceptar los argumentos de la esposa de que era rica e independiente cuando conoció a su marido en 1999“, escribe el juez, según el cual el apartamento no valí­a 500.000 libras (algo más de 1 millón de dólares) aquel año como lo demuestra el que lo vendiese en 2001 por sólo 385.000 libras (777.000 dólares) a pesar de que el mercado inmobiliario habí­a crecido en valor en esos dos años.

El juez niega además que en 1999 fuese ya propietaria del piso de Brighton ya que no la compró hasta marzo de 2000 y pone en tela de juicio la afirmación de Mills de que tení­a entre 2 y 3 millones de libras (de 4 a 6 millones de dólares) en el banco ya que no aportó ninguna prueba documental.

Según el juez, los certificados de Hacienda no indican que Mills diese dinero a organizaciones benéficas pese a haber declarado que dedicaba hasta un 80 o un 90 por ciento de sus ingresos a esos fines.

 

Contra Shackleton ahora es personal

Mientras tanto, según el vespertino “Evening Standard”, ahora Heather Mills amenaza con denunciar a la defensora de su ex marido Paul McCartney, Fiona Shackleton, ante el Colegio de Abogados del Reino Unido por haberla insultado durante el proceso de divorcio.

El dí­a del veredicto, Mills arrojó en la sala del tribunal el contenido de una jarra de agua a la abogada, que compareció luego sonriente y con el pelo mojado junto al ex Beatle. Las fotos de Shackelton en los diarios británicos al entrar y al salir el lunes del Juzgado, mostraban ayer el efecto del remojón propinado por Mills, considerado como un reconocimiento de que las cosas no le habí­an salido tan bien como esperaba.

Nadie vio cómo lo hizo, pero se oyó algo…y un momento después se vio empapada a Fiona Shackleton. Y la jarra junto a Heather estaba vací­a. Es lo más extraño que ha ocurrido nunca en el Alto Tribunal“, comentó un testigo.

Según fuentes citadas por el “Evening Standard”, Mills considera que la abogada de su ex marido tiene algo contra ella y siente que la atacó personalmente durante el juicio.

Fiona Shackleton es la abogada de divorcios más temida del paí­s -representó al prí­ncipe Carlos de Inglaterra en su divorcio de Diana de Gales- y, según otras fuentes, si Mills decidiera denunciarla, podrí­a a su vez acusar a la ex modelo de desacato al Alto Tribunal.

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