Mary McCartney es más conocida por sus fotografías, pero esta vez lanza su primer libro de cocina combinando sus instantáneas con las recetas de su madre, Linda Eastman, y recrea las recetas en su libro titulado simplemente «Food» («Comida»).
McCartney, quien ha sido asesora de la marca de productos vegetarianos Linda McCartney Foods durante más de una década, dijo que se vio motivada a escribir el libro por su editor, los amigos que le pedían las recetas y un deseo de demostrar que los platos sin carne pueden ser nutritivos y deliciosos.
Habló con Reuters sobre el libro desde su casa de Londres, recopilando recetas y recordando a las dos mujeres que más influyeron en su forma de cocinar.
Patricia Reaney: ¿Siempre ha sido vegetariana?
Mary McCartney: Mi madre y mi padre se hicieron vegetarianos cuando éramos pequeños. Nos dijeron que no íbamos a comer carne nunca más en casa pero que era nuestra decisión si fuera de casa lo queríamos hacer. En casa vamos a cocinar comida vegetariana. Mi madre era la principal cocinera de la casa, así que entonces se concentró para hacer comidas interesantes para que no sintiéramos que nos estábamos perdiendo una deliciosa gastronomía. Crecí con una buena comida casera y nunca sentí que me faltara nada.
Patricia Reaney: Es un libro muy personal con fotografías e historias sobre su familia y las recetas. ¿Por qué esta manera de enfocar un libro de cocina?
Mary McCartney: El libro de cocina es personal en la medida que contiene recetas con las que he crecido y recetas que he perfeccionado a lo largo del tiempo. Mi madre solía hacer una gran quiche o brownies y tortitas para el desayuno de los fines de semana. Esas son cosas con las que crecí. No tengo las recetas de mi madre pero sí muchos recuerdos sobre ello. Quería registrarlas todas y tenerlas en un libro. Así que ahora puedo referirme a ellas y cuando quiera hacer brownies, el libro me servirá mucho en realidad. Hice las recetas de nuevo a partir de los recuerdos y ahora las tengo en un libro que puedo transmitir a mi familia. Es bastante personal, ese es uno de los motivos de haberlo hecho.
Patricia Reaney: Hay recetas de cosecha propia y otras adaptadas de las de su madre, ¿no?
Mary McCartney: Sí, algunas de ellas las he creado para el libro porque me gusta su sonido y con otras he partido desde cero. Cuando empecé por primera vez no tenía ninguna receta escrita. Así que escribí una gran lista de todas las comidas que me gustaba cocinar y las edité para tener algo equilibrado y una variedad de cosas diferentes. Una vez que tuve ese índice, escribí cada una de las recetas.
Patricia Reaney: ¿Tomó todas las fotografías que aparecen en el libro?
Mary McCartney: Sí, a menos que fueran fotos de cuando era una niña.
Patricia Reaney: Cita a su madre y a su abuela franco-estadounidense como sus dos mayores influencias en su cocina. ¿Por qué?
Mary McCartney: Las dos me hicieron ser la cocinera que soy. A mi madre le gustaban los platos llenos de sabor y la comida tradicional, pero era muy espontánea… Parecía muy fácil y relajado y era muy social pasar tiempo con ella y cortar las cosas… Solía denominarse a sí misma como una cocinera campesina. Mi abuela Monique me aportó un nuevo elemento y tuve más en cuenta las cuestiones de medición y seguir las recetas… Monique me enseñó cómo hacer pasteles y hornear más… De ella aprendí a cocinar más exacto y a disfrutar haciendo repostería. Fue el equilibrio entre una cocina campesina e inventada y la química más exacta de la cocina. Me gusta el equilibrio entre ambas cosas. Yo estaría en un lugar intermedio.
Patricia Reaney: ¿Cuáles son algunos de los platos favoritos que cocina para su familia?
Mary McCartney: Suelo cambiar. Pienso en para quién estoy cocinando y después elaboro un plato sobre ellos y lo que creo que son sus comidas favoritas. Así que si estoy cocinando para mis hijos, probablemente les haría algo con un toque italiano, un gran plato de pasta con mucha salsa de tomate y albahaca fresca en la parte superior. Si tengo que hacer algo para una cena de fiesta con amigos, haría una sopa para empezar y quizá una quiche o un risotto y hornearía algo para el postre.