Yoko publica en su página web una carta dirigida a los pescadores de Taji donde les pide que abandonen esta impopular práctica anual ya que, «alimenta el odio de otros países contra Japón«.
Taiji es considerada la cuna de la pesca de cetáceos y caza delfines desde hace muchas décadas, parte de los cuales vende a zoos y acuarios de todo el mundo antes de arponear al resto y destinarlos al consumo humano.
«La manera en la que están insistiendo en celebrar la matanza de tantos delfines y el secuestro de unos pocos para venderlos a los zoos hará que los niños del mundo odien a los japoneses» dice la carta, que finaliza sentenciando a la pesca como una práctica «considerada por el resto del mundo como un signo de arrogancia, ignorancia y amor por la violencia por parte de Japón«.
Lamentablemente, el ministro portavoz de Japón, Yoshihide Suga, replicó que está actividad «tradicional» se realiza dentro del marco legal y que Tokio «expondrá su posición a la parte estadounidense».