La noche de 1962 en que, convencidos por Epstein en aquel estudio 2 de Abbey Road, Paul y John firmaron un contrato con Northern Songs, propiedad Dick James y cedieron un 40% del derecho de sus canciones, nunca será tan amarga para Paul.
Hoy McCartney presentó su demanda legal contra Sony en un tribunal de Manhattan, alegando su derecho a recuperar el copyright del catálogo de los Beatles al cabo de 56 años (el período establecido por la ley) que se cumplirán en el 2108. El catálogo Lennon/McCartney incluye 276 canciones (la mayoría de los clásicos de los Beatles), compuestos entre 1962 y 1971. Y es que irónicamente, Paul y Yoko todavía cobran solo 60% de las ganancias que generan las canciones firmadas Lennon/McCartney. Esta lucha por los derechos de las canciones de los Beatles solo afecta a Estados Unidos, en el resto del mundo Sony/ATV seguirá gestionándolos.Los derechos de 276 canciones adquiridas en los 80s por Michael Jackson fueron devueltos a Sony tras su muerte para saldar las deudas acumuladas por el cantante (Sony pagó por ellos 750 millones dólares, unos 670 millones de euros) en 2009. La parte correspondiente a Lennon queda al margen de la demanda de McCartney tras el acuedo alcanzado con la compañía por Yoko Ono, quien vendió los derechos a Sony por el período de «vida» del copyright (70 años). De acuerdo con el texto de la demanda presentada hoy en un juzgado federal de Nueva York, McCartney comunicó desde 2008 y en repetidas ocasiones a Sony/ATV, poseedora del catálogo de The Beatles tras varias compras y ventas a lo largo de las décadas, su intención de recuperar el control legal de esas canciones.
Esta vía legal tiene casos de éxito como los de Prince, Billy Joel o Blondie quienes recuperaron el control de sus temas bajo cumplimiento de la ley norteamericana de copyright de 1976; pero también tiene casos como el de Duran Duran que perdieron recientemente, también contra Sony/ATV, cuando un alto tribunal británico determinó que los contratos firmados en el Reino Unido precedieron a los derechos adquiridos por la comercialización de sus temas en USA.
Si todo sale como se espera, los primeros éxitos de los Beatles deberían ser los primeros en volver a manos de Paul, mientras que canciones como Come Together o Get Back podrían ser retenidas por Sony hasta el 2025, según la ley. Dado que las primeras canciones de The Beatles datan de 1962, McCartney considera que a partir de 2018 podría hacer efectiva esa cláusula legal: «Puesto que el primer vencimiento (de los derechos de autor vendidos) tendrá efecto en 2018, es necesaria y apropiada una declaración judicial en este punto para que Paul McCartney pueda confiar tranquilamente en sus derechos«, según se especifica.
Una revisión de 1976 de la legislación estadounidense sobre el copyright estableció que aquellos artistas que hubieran vendido sus derechos de autor a terceros antes de 1978 podrían retomar los mismos 56 años después de la creación de esas obras.
Por su parte, mediante un comunicado oficial, Sony expresó «el más alto respeto por Sir Paul McCartney, con el que hemos disfrutado de una relación larga y mutuamente gratificante con respecto al precioso catálogo de canciones de Lennon y McCartney. Hemos colaborado estrechamente con Sir Paul y los administradores del legado de John Lennon durante décadas para proteger, preservar y promover el valor a largo plazo del catálogo. Estamos decepcionados de que haya presentado esta demanda que creemos que es innecesaria y prematura«.
Paradójicamente, hoy por hoy, McCartney posee los derechos de las canciones de Buddy Holly, Jimi Hendrix, Carl Perkins y Harold Arlen, e incluso Love me do y PS I love you (porque fueron firmadas McCartney/Lennon).