McCartney y Sony/ATV Music Publishing realizaron un pacto respecto a los derechos de las más de 260 canciones entre aquellas que compuso junto con John Lennon y temas de su carrera como solista como Maybe I’m Amazed, según documentos de un tribunal de Manhattan consultados por Reuters.
McCartney había demandado a la empresa japonesa el 18 de enero, en reclamo de los derechos de los temas para que vuelvan a su propiedad a partir del 5 de octubre del 2018. El juez Edgardo Ramos firmó una orden rechazando el caso, pero accedió a revisarlo si surge una disputa. La solicitud de rechazo fue presentada por Michael Jacobs, abogado de McCartney, en nombre del cantante y de Sony/ATV. El acuerdo al que ambas partes han llegado es confidencial, pero trascendió que McCartney habría recibido dinero por parte de la empresa para no ir a los tribunales.
Recordando, Paul fue superado por Michael Jackson en la subasta realizada en 1985 por la compra de los derechos de las canciones de Los Beatles. Más adelante estas pasaron a Sony/ATV, una compañía conjunta con Sony. Los herederos de Michael Jackson vendieron su parte a Sony por 750 millones de dólares el año pasado. McCartney litigó durante un mes y medio después de que un tribunal británico afirmó que el grupo de pop Duran Duran no podía reclamar los derechos de sus canciones, en este caso contra la unidad de Gloucester Place Music de Sony/ATV.
Sin embargo, cambios introducidos en 1976 a la ley de derechos de autor en Estados Unidos cuando se alargó el plazo de protección de derechos de autor por 19 años, se creó para los propietarios de las obras que se inscribieron más de sus derechos antes del 1 de enero de 1978, el derecho irrenunciable a recuperarlos después de un cierto período de tiempo. Este cambio permitió a artistas como McCartney reclamar los derechos de las canciones una vez transcurrido un periodo de tiempo. Debido a que la Ley de Derechos de Autor de 1976.