Una «Conversación Casual» con Paul McCartney

Paul regresa a su colegio en Liverpool, ahora convertido en el «LIPA» (Liverpool Institute of Performing Arts) para tener un conversatorio dirigido por Jarvis Cocker, con los alumnos del instituto. Además, quienes ven el evento, transmitido en vivo a través de Facebook Live, pueden hacer también preguntas. En esta amena charla, Paul habla de temas diversos, algunos de ellos relativos a Liverpool, su forma de componer, sus covers favoritos, etc.

¿Hay un momento especí­fico en el tiempo que se pueda definir como el principio de los Beatles?

Me acuerdo de haberme sentado con la copia de un diario de música que se llamaba The Enemy con una foto de Elvis Presley. Y me impresionó. Estábamos todos cautivados por este hombre. Y cuando escuchamos sus discos, ahí­ empezó todo, querí­amos hacer eso. Querí­amos ser así­. Nos pareció grandioso como cantante, tení­a un gran sentido del humor y los discos también eran espectaculares. Así­ fue que formamos el grupo con John.

¿Qué hubiera hecho si no hubiera tenido éxito con la música?

En aquel entonces, en la escuela habí­a maestros de carreras profesionales. No sé si todaví­a existen, pero en aquel entonces por lo visto yo tení­a suficientes calificaciones como para ser profesor. Me pareció extraño cuando dijeron: «No eres tan bueno, pero podrí­as dar clase como profesor» y no querí­a enseñarle a la gente sin ser bueno (risas). Todo lo que nosotros aprendimos de música, lo aprendimos de oí­do. Nunca aprendimos a escribir ninguna partitura.

Además de haber tenido tanto que ver con la fundación del Liverpool Institute for Performing Arts, alguna vez se presentó en alguna clase, con los estudiantes?

Nunca hice ningún tipo de grabación, pero con los compositores que estudian sí­ tuve veces donde escucho una serie de sus composiciones. Yo siempre les digo «Ok, yo no sé como hacer esto» y enseguida me ponen caras raras, pero de verdad yo no sé como hacerlo y ni siquiera quiero saberlo. Cuando me siento a escribir una canción, espero que sea algo que no sé como hacer. No quiero ponerme a pensar que tengo que hacer porque me volverí­a demasiado predecible. Pero bueno, después de decirlo, ellos me tocan sus trabajos y yo trato de criticarlos o decirles lo que yo harí­a aunque tampoco tienen que aceptarlo porque es su canción. Pero en general… lo aceptan. Supongo que mis sugerencias son buenas (risas).

¿Qué consejo darí­a para componer una canción?

De verdad, no lo sé. Pero si ahora mismo tratara de escribir una canción, primero me irí­a a un lugar muy tranquilo y lejano, incluso el baño, porque componer música da vergí¼enza. No te gustarí­a hacerlo en público. Los errores son mejores cuando se cometen en privado. Probablemente llevarí­a mi guitarra y empezarí­a a improvisar con algún acorde que se me ocurra ese dí­a. Después harí­a algunos cambios, seleccionando un ritmo hasta que me sienta bien con mi estado de ánimo. Recién entonces empezarí­a a cantar, para ver cómo sale. A veces termina siendo alguna locura, pero igual sigo, tratando de perseguir las huellas. Lo importante es seguir sin pensar «esto es terrible», porque muchas veces el segundo verso o el coro puede ser genial y se puede volver para arreglar el principio. Por eso sigo escribiendo la letra.

¿Cómo recuerda el primer dí­a, dentro de un estudio de grabación, con los Beatles?

La primera vez que firmamos un contrato de grabación habí­a sido con la bendición de sir George Martin. Nos dijeron lo que tení­amos que hacer, porque ellos eran los adultos y nosotros éramos veinteañeros. Nosotros no tení­amos la menor idea. Me acuerdo que nos dijeron: «Vengan a las 10 de la mañana y entre las 10 y las 10:30 estén preparados y afinen que va a venir el productor para comenzar con la sesión de grabación». De ahí­ tuvimos una hora y media para terminar una canción completa. Tampoco lo sentimos como ninguna presión, porque no sabí­amos nada más. George Martin vení­a después que habí­amos terminado de escribir una canción con John (Lennon) la semana anterior. También nos dieron una semana libre y pensábamos que eran vacaciones, pero en verdad era para grabar el siguiente álbum. Incluso nos pareció suficiente tiempo. Componí­amos y llevábamos el trabajo terminado el lunes en la mañana. Y solo con John lo sabí­amos. Apenas tení­amos un par de guitarras acústicas donde cantábamos y George con Ringo nos veí­an. Después nos separábamos, yo iba al bajo y para ese entonces tení­amos una hora y diez minutos para grabar. Era el único tiempo que tení­amos.

¿En una grabación actual logra mantener el viejo estilo de grabar todo de una sola vez o pasa por varias ediciones?

En aquel entonces me parecí­a maravilloso grabar la presentación original en vivo de una banda, todo en uno, porque se mantení­a el espí­ritu. Varias de las canciones de mi nuevo álbum las grabamos como la vieja escuela, donde a lo mejor grabamos encima. Pero hay algo especial que surge de la espontaneidad y al escuchar un álbum de los Beatles se puede escuchar la frescura, como si estuvieran frente tuyo, en especial los primeros. Y ese espí­ritu se nota en las grabaciones.

¿Cómo fue la grabación de algunas de las canciones más clásicas como «Hey Jude»?

Los estudios de Abbey Road en ese entonces no estaban disponibles, pero querí­amos grabar un álbum y habí­amos ido a otro lugar llamado Trident, que estaba en Soho, un pequeño estudio que solí­amos usar. Creo que fuimos por la noche. En realidad solí­amos trabajar durante el dí­a, porque era lo que suponí­amos que tení­amos que hacer. Pero a medida que fuimos teniendo más éxito escuchamos que gente como Frank Sinatra trabajaba de noche y dijimos: «Bueno, eso suena muy cool».

¿Cambió en algo el proceso de elegir las canciones para un nuevo álbum hoy, en comparación con la época de los Beatles?

Bueno, lo que pasa conmigo es que compongo tantas canciones, que quiero grabarlas, para poder componer muchas más. Así­ que espero hasta terminarlas. Con Hey Jude, la habí­a probado cantándosela a John y a él le gustó, aunque habí­a una lí­nea que yo pensaba cambiar. Me acuerdo que estaba en mi diminuta sala de música, arriba de la casa, en un pianito que tení­a y cuando le canté a John The movement you need is on your shoulder (El movimiento que necesitas está en tu hombro), me di vuelta y le dije que no se preocupara, que lo iba a cambiar. Y él me miró y me dijo: «No la vas a cambiar, es la mejor frase». Así­ fue.

¿Hasta qué punto cambió la grabación de un álbum?

Hoy en dí­a hay estrellas como Beyonce o Taylor Swift, y sus canciones en cierta forma son una colección de sencillos. Son todas buenas canciones comerciales y no ruedan como solí­a ser con un álbum de Pink Floyd. Por eso, esta vez yo pensé: «No puedo competir con lo que hace Taylor Swift». Tiene mejores piernas que yo (risas). Y pensé: «A lo mejor, puedo recuperar el concepto del álbum donde te sientas a escucharlo desde el principio hasta el fin». Así­ es Egypt Station.

¿El tí­tulo es también el nombre del cuadro que aparece en la portada del álbum?

Sí­. Es una pintura que habí­a hecho con iconografí­a egipcia y me acordé de cuando le puse el tí­tulo de Egypt Station al cuadro, a la gente le habí­a gustado. Y al verla, se me ocurrió que podí­a ser un buen tí­tulo para el álbum y podí­a usarla para la portada. Así­ empezó todo. Por eso comienza con el ruido de una estación y después entra el coro, como si se convirtiera en una estación paradisí­aca, hasta que empieza la primera canción, pero al final se vuelve a la estación otra vez.

¿Qué es lo que tanto le gusta de Egipto?

La egipcia y la azteca son civilizaciones que me parecen increí­bles porque se ven muy modernas, aunque se hicieron hace muchí­simo tiempo. Y cuando me gusta una imagen, la suelo transportar a una pintura, agregándole otras cosas, hasta que se vuelve una composición surrealista.

¿El desarrollo de la tecnologí­a actual afecta en alguna forma el proceso de composición de la música, para grabar un álbum que tenga éxito hoy?

Creo que puede afectar adversamente, porque hoy se puede grabar cualquier cosa en cualquier momento. Con sacar tu teléfono ya está, pero terminas con miles de borradores pensando que algún dí­a lo vas a terminar. Y no me parece nada bueno. Cuando no contaba con esa facilidad, estaba forzado a terminar. El proceso que solí­amos usar con John, básicamente era sentarnos con la idea de una canción y terminarla.

¿Su esposa Nancy tiene alguna canción favorita de nuevo álbum?

A (mi esposa) Nancy le gusta una canción que se llama Confidante, que le compuse a mi guitarra. Suena extraño, pero es otra de mis perversiones: le escribo a mis guitarras. Y la gente no lo sabe a menos que explique la historia, porque suena a una canción con una especie de ruptura. No lo es. Es una larga historia, pero a Nancy le gusta.

¿Y qué canción crees que le hubiera gustado a John Lennon hoy, si pudiera escuchar su álbum «Egypt Station»?

Creo que a John le hubiera gustado otra canción llamada I Don’t Know.

 

El video puede ser revisado en el Facebook oficial de Paul McCartney: https://web.facebook.com/PaulMcCartney/videos/10156774824223313/

Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments