El prestigioso galardón Edward MacDowell es entregado a Yoko Ono como reconocimiento a su contribución al arte y la cultura “a lo largo de unas siete décadas”. Yoko se suma a la lista de laureados como Stephen Sondheim y Toni Morrison.
“Nunca ha habido nadie como ella; nunca ha habido una obra como la suya”, declaró el domingo Nell Painter, presidenta de la junta directiva de MacDowell. “A lo largo de unas siete décadas, ha recompensado miradas, provocado reflexiones, inspirado a feministas y defendido a emigrantes a través de obras de una amplia imaginación. Duradera, fresca y pertinente, su obra, de una fuerza única, habla a nuestros tiempos, tan necesitados de su leitmotiv: la paz”.
Ono, de 91 años, ha hecho pocas apariciones públicas en los últimos años, y no se espera que asista a la ceremonia de entrega de premios de julio, en el campus MacDowell de Peterborough, New Hampshire. El representante musical de Ono, David Newgarden, recogerá el premio en su nombre. Su hijo Sean dijo, a través de un comunicado, que la medalla era “un honor increíble. La historia y la lista de anteriores galardonados es realmente notable. Me enorgullece ver que su arte es apreciado y celebrado de esta manera”.