Paul McCartney declara para la revista New Statesman, en la que pide la legalización del cáñamo, con el cual se obtienen el hachís y la marihuana. Agregó que no tiene sentido llenar las cárceles con gente que ha fumado cáñamo porque esto probablemente los volvería criminales.
Paul McCartney: «Yo apoyo la legalización (del cáñamo). La gente está fumando marihuana de todas formas y hacer de eso un delito es un error.«
Los comentarios de McCartney irritaron a los grupos que luchan contra las drogas, los que dijeron que el exmiembro de los Beatles ignora los riesgos a largo plazo que existen cuando se consume la hierba.
«El cáñamo a menudo es presentado como una droga inofensiva, el que comparado con el opio lo es, pero no está libre de peligros. Si uno pasara todo el día fumándolo, nunca podría levantarse de la cama«, dijo al Daily Mail un portavoz de Turning Point (punto crucial), organización que se preocupa del tratamiento de drogadictos.
Citando su propia experiencia de haber sido arrestado en Japón por poseer marihuana, McCartney dijo que no sacó ninguna lección de ello.
Paul McCartney: «Cuando estuve preso en Japón por tener marihuana no hubo ningún intento para que me rehabilitara. Simplemente me encerraron en una celda por 10 días. La legalización eliminaría la espina del problema«.
Investigaciones médicas muestran que los consumidores de cáñamo puede desarrollar una dependencia psicológica de la droga, así como una serie de problemas físicos.