Llegó el mítico día. Y seguramente no lo recibió con la alegría que predijo en su canción hace 39 años, pero sí al lado de muchos de sus mejores amigos, quienes le demostraron su apoyo incondicional.
A pesar de la canción que llevaría a pensar que este debía ser uno de los cumpleaños más simbólicos de su vida, Paul McCartney opta por celebrar sus 64 con perfil bajo, realizando una simple «parrillada» (vegetariana) exclusiva para su familia -no amigos- en su casa de Peasmarsh, Sussex.
A Heather no se le esperó en la fiesta de cumpleaños, aunque llamó por teléfono. Ella se encuentra ocupada peleando contra las alegaciones de un supuesto pasado de prostitución y prefiere quedarse con unos amigos.
A la mansión campestre al sur de Inglaterra se hicieron presentes sus hijos adultos Stella y Mary quienes viajaron específicamente para acudir a la celebración, James y Heather (por fin junto a su padre nuevamente), el infaltable Ringo Starr, Barbara Bach, Mike McCartney y Olivia Harrison.
El momento más significativo de la reunión estuvo a cargo de los nietos de Paul, quienes organizados por Stella y Mary, habían grabado en los mismísimos estudios Abbey Road en secreto «When I’m Sixty-Four», especialmente para su abuelito.
Por su parte, Beatrice (de 2 años) ha permanecido con Paul durante el fin de semana, desde el viernes en la noche, por lo que sí está presente. Antes de eso, estuvo con su mamá toda la semana, a pesar de las celebraciones por el día del padre.
Mientras tanto, en todo el resto del mundo, a Paul se le cantaba la mágica canción, se le rendía pleitesía y su biografía era repetida en tanto documento se quiera… pero los que más lo admiramos, verdaderamente le deseamos que la pase feliz, como sus fans lo quieren ver!