Durante la madrugada, Paul aterriza en Argentina para su concierto como parte de la gira Freshen Up. Sin embargo, poco antes de llegar a su habitación del Hotel Recoleta, se desata un escándalo… en la habitación de McCartney no hay piano (y este suele ser uno de los pedidos más importantes y una de las condiciones de su manager Barry Marshal para la suite durante sus giras). El hotel telefoneó a Alejandro Lerner, quien respondió que solo tenía uno eléctrico. Finalmente, tuvieron que alquilar un piano de colo de una sala de ensayo en Palermo.