Eran las 4 de la tarde del 8 de diciembre de 1980, un día templado en Nueva York, cuando John Lennon abandona su hogar en el edificio Dakota, pero hace una pausa para autografiar un disco que le es alcanzado por un ex guardia de seguridad hawaiano de 25 años llamado Mark David Chapman, sin sospechar que en unas horas, se convertiría en su asesino.
El momento es captado por Paul Goresh, fotógrafo aficionado que se ha sabido ganar la confianza de John Lennon, a quien constantemente frecuenta a la salida del complejo de departamentos donde Lennon vive en el séptimo piso con su esposa Yoko Ono y su hijo Sean de cinco años.
Goresh tomó cuatro fotos más de él, de pie en la acera, sin ninguna prisa particular antes de abordar el auto hacia los estudios de West 48th Street. Estas fotos, mundialmente conocidas, se ofrecen esta noche en una subasta póstuma de recuerdos recolectados de Goresh, que se espera alcancen un precio superior al medio millon de dólares, con los negativos tanto de esta sesión, como de otras fotos que le tomó a John a la entrada del Dakota.
You've got to gimme more...
