Presentación en La Caverna y la incursión de un tal Mal Evans

Actuación en La Caverna con Pete Hartigan’s Jazzmen, The Dennisons, The Merseybeats y The Swinging Blue Genes. Neil Aspinall, agotado y con fiebre, cargó con el equipo. Luego le explicó a Brian Epstein que lo único que no podí­a hacer era conducir hasta Londres al dí­a siguiente. Afortunadamente Brian se topó con Mal Evans en las escaleras de La Caverna donde trabajaba y le preguntó: «…Mal, ¿podrí­as llevar a los muchachos a Londres y regresar por mí­?«. Mal, que era un técnico de teléfonos de la GPO caí­a por La Caverna en horas del mediodí­a cuando regresaba de trabajar en la oficina de correos, aceptó.

Después de un tiempo, extendió sus visitas a las noches y llegó a conocer a George Harrison. Un dí­a, salieron del club juntos, y Mal lo invitó a su casa a escuchar algunos discos. George le sugirió a Mal que trabajara en la puerta de La Caverna; así­ podrí­a escuchar buena música gratis y conseguir alguna paga en su tiempo libre. Mal era un impresionante hombre de 6 pies y 2 pulgadas (unos dos metros), gentil y educado, pero con la apariencia de un peligroso gorila.

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