Ringo Starr es entrevistado por la revista Clash

Ringo Starr ofrece una entrevista a Simon Harper de Clash Magazine en la que habla sobre su nuevo álbum, What’s My Name y el tercero de una serie de libros de trabajos fotográficos llamado Another Day In The Life.

Puedes leer la entrevista original aquí­.

En «Better Days» cantas: «Solo nos estamos haciendo más felices«. ¿Te parece que con la edad viene la felicidad y la satisfacción?

No, creo que tuve muchos dí­as felices, no como adolescente, sino después de eso. Hubo ciertos perí­odos de mi vida que fueron realmente felices, pero la vida es la vida: tienes algunas desventajas. Pero creo que si escuchas la canción, se trata de dónde estabas, es como una mini biografí­a, «Better Days», que escribió Sam (Hollander). Él lo escribió por un artí­culo en Rolling Stone. He tenido mis altibajos, pero siguen llegando dí­as mejores. ¡Y en este momento, estamos en medio de un dí­a mucho mejor!

¿Eres una persona optimista por naturaleza?

Soy optimista. No soy pesimista en absoluto. «Va a ser bueno», tengo esa actitud. La tengo.

«What’s My Name» suena como un álbum feliz, en gran parte, creo que suenas feliz en él!

Bueno, fue muy divertido hacerlo, incluso si es una canción triste, nos divertimos haciéndola, porque la estamos tocando, y tengo grandes músicos viniendo a tocar para mí­. Además, aún es extraño; soy el productor, ¡así­ que tengo que decirles qué hacer! (risas) Y los músicos que tengo, no tengo que decirles nada, porque todos están bastante establecidos y saben lo que están haciendo.

¿Tú eres el jefe?

Mmm En cierto sentido. Me gusta ser uno de la banda, ¿sabes? Ahí­ es donde me gusta estar. Esa es la posición que me gusta tener: en la banda. Me encanta estar en una banda, y he estado haciendo lo de la banda All-Starr durante 30 años, y ellos ponen sus canciones, y yo la mí­a.

¿Es por eso que sigues siendo tan proactivo y prolí­fico con tu trabajo, porque estás en un lugar feliz y la creatividad es una buena salida?

Sí­, pero cuando lo dices así­, es como si nunca hubieras tenido un mal dí­a, bueno, tienes dí­as malos. La vida es la vida. Ahora tiendo a pensar que si la vida es buena, será así­ para siempre, y si estoy teniendo un mal dí­a, esto también pasará. Cambiará. No me meto en el fango con eso, ¿sabes?

Eres fotógrafo y músico. ¿Crees que esto te permite una perspectiva personal única de la vida? ¿Ver las cosas a través de tu propio lente?

Bueno, reduce el enfoque. (risas) Tú sabes, generalmente están sucediendo muchas cosas, y puedes entrar. Pero en realidad, me encantan las cámaras desde los años 60. El primer libro fue todo sobre fotos de cámara, y ahora Another Day In The Life es principalmente fotos desde el teléfono. Si lo miras, es como estar de gira: hay mucha comida en los platos, cosas en cucharas, pájaros en el balcón, simplemente volando, no tuve nada que ver con eso, fue como, ‘Ooh, wow. ‘Entonces, estás de gira y tienes esas dos horas geniales donde tocas, pero hay mucho tiempo en el que viajas, o estás sentado en un hotel… Incluso en el vestuario, tú a veces estás esperando, tienes que llegar temprano por todas las razones, y busco algo que hacer. Una de ellas es: «Ooh, déjame tomar una foto de eso» o «Oh, wow, ¿ves esa cara?» Entonces, estás ocupado.

Al reunirlo todo en un libro, ¿en última instancia se siente como leer un diario para ti?

Lo es. Es una autobiografí­a en muchos sentidos, también. No tengo la mente para hacer la autobiografí­a: «El martes, John dijo…» o lo que sea, «y luego tomé un tren a Hamburgo…» No soy realmente yo. Me gusta simplemente poner mis cosas en la canción; puedes escuchar mucho sobre mí­ en mis canciones. Es mi álbum, así­ que dirijo hacia dónde se mueve, y «Better Days» fue idea de Sam, pero «Thank God For Music» y la de Steve Lukather, «Magic», es en la playa, es una canción de amor. Entonces así­ es como es. Y, en la cena, «Gotta Get Up To Get Down». Estábamos cenando con Klaus Voorman, Joe Walsh y Jim Keltner en Los Ángeles, solo cenando, y esa lí­nea salió. Inmediatamente supe que era una canción, ¡pero luego descubrí­ que hay tres canciones con ese tí­tulo! (risas) El sello discográfico dijo: «Oh, deberí­as cambiar ese tí­tulo», pero yo dije: «No, es lo que es».

Disfrutas el lujo de poder grabar en casa…

Así­ es. Me encanta hacerlo en casa. Las dos cosas sobre eso: me encanta estar en casa, estoy en mi propio espacio, no hay un gran vidrio separando el estudio … Estaba trabajando en Los Ángeles en Capitol Studios para Jenny Lewis, toqué en algunas pistas, y era la primera vez que estaba en el estudio, digamos, en tres años, y me di cuenta: «Ah, me encanta trabajar en casa». Aunque ella sea genial, es decir, me impresionó mucho. Y, ya sabes, estoy tocando con Don Was y Ben Watt, todas las personas que conocemos, y es bueno. Me gusta hacerlo en casa; eso es lo que me gusta hacer. Pinto también, en casa.

¿Entonces estar cómodo ayuda?

Si, ayuda.

No tienes que encender y apagar el reloj.

No. Estoy en casa haciendo esto, y luego estoy viajando. Así­ es como funciona. Estoy asentado Nadie quiere estar viajando, tenemos que hacerlo para el concierto. Ya no me quejo por el viaje, porque tenemos que hacer eso para obtener la alegrí­a al final.

¿Hay alguna desventaja en grabar en casa?

No. No para mi.

¡Acabo de imaginar la frustración cuando suena el timbre …!

¡Bueno, el timbre no suena en la casa de huéspedes! Quiero decir, ¡esta habitación de hotel es más grande que todo mi estudio! Es un espacio pequeño, pero con ProTools y cosas modernas, puedo presionar un botón y obtener el sonido de amplificador de cualquiera. (risas)

Recientemente entrevisté a Robbie Robertson…

¿Te habló de mi? (risas)

No, pero estábamos discutiendo cómo se grabó el segundo álbum de The Band en una casa de Los Ángeles y dijo que grabar en casa no era un método aceptado en 1969, y su sello habí­a dicho que estaban locos. Es como, ¿por qué no harí­as música en un entorno cómodo?

¡Lo sé! Sí­. Bueno, ya sabes, Los Beatles lo intentaron [para las sesiones de ‘Let It Be’] en Savile Row. Construimos un estudio. Estábamos cansados ​​de esa gran habitación vací­a [los estudios de Twickenham], todos estarí­amos en la esquina, y pensamos: ‘Lo haremos relajante’. Así­ que tení­amos un sofá y tení­amos sillas grandes, una chimenea, y entonces, ‘¡Muy bien, toma uno!’ (imita tocando la baterí­a) y luego, ‘Está bien, reprodúcela’. Y dijimos, ‘¿Qué…? ¿Qué demonios …? «(hace ruidos crujientes.) ¡La mierda se estaba quemando en el fuego y crujiendo! ¡Nunca nos imaginamos! (risas) ¡Así­ que tuvimos que apagar el fuego! (risas) «Â¡Oh, sí­, es genial aquí­!» (ruidos fuertes). «Â¿Qué hay en la pista? ¿Qué está pasando?» ¡Era el fuego!

En «Life is Good», hablas de las lecciones que has aprendido. ¿Cuál crees que es la mayor lección que has aprendido que te ha llevado a un lugar más feliz?

Siempre hay un mañana. Sí­. Creo que esa es la mayor lección que he aprendido. Como decí­a antes: arriba o abajo, siempre hay un mañana.

Puede ser un desafí­o mantenerse positivo todo el tiempo.

Bueno sí­. Creo que cuando era adolescente no habí­a mañanas; era como, «Â¡Infierno ahora, e infierno en adelante…!» Ese es solo el espacio por el que pasas, y ahora estoy saliendo de ese espacio. Estoy haciendo lo que amo. No hay nada que me desanime sobre eso. Me encanta tocar, toco con personas geniales, escribo con personas… La mayorí­a de los 365 dí­as, la mayorí­a de ellos en promedio son musicales; estoy de gira o tocando. Estoy tocando en los álbumes de otras ocho personas este año, ¡porque pueden enviar los archivos! ¡Enví­an los archivos! Yo digo, «Está bien, déjame ver…» Y esa es la cosa, cuando hablabas de Robbie, enviaron los archivos…

¿Te refieres al video Playing For Change en el que ambos tocaron?

¡Tocando para el cambio! ¡Que buena idea! Y luego van a la India. La música, es un gran concepto lo que sentimos, pero fuera de lo que no pueden imaginar. Puedo ir a cualquier parte y tocar con la gente, y la gente tocará conmigo. La música, no tiene esos lí­mites, a menos que toques jazz; no toco jazz, pero… (risas) como seres humanos, los músicos siempre parecen llevarse bien.

En «Thank God For Music» llamas a la música tu salvación. Tuviste mucha suerte porque encontraste esta cosa que te apasionaba y demostró tu salvación. ¿Es ese el papel que la música puede jugar para las personas?

Bueno, si lo amas como yo. Tengo que ser honesto y decir que hubo algunos años allí­ donde no estaba salvando mi alma, pero finalmente regresó. Entonces, es grande para mí­.

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