Se lleva a cabo el funeral de Neil Aspinall, quien murió hace dos semanas a los 66 años después de una batalla contra el cáncer de pulmón. El funeral de 50 minutos comenzó poco antes de la 1 de la tarde, después de que el ataúd llegara en un coche fúnebre negro con la palabra «Papá» escrita con flores dentro del auto.
Los Beatles que amaba no pudieron estar allí para despedirse. Quedó en manos de las mujeres presentar los últimos respetos al hombre que dirigió el imperio empresarial del grupo durante 40 años y postulante al título de «quinto Beatle». También estuvo presente Pete Best, el mejor amigo de Aspinall, y medio hermano de Roag, hijo de Aspinall y Mona Best.
Yoko Ono (75), Barbara Bach (60) y Stella McCartney (36) estuvieron entre los 250 dolientes en el funeral en la Iglesia Santa María la Virgen, cerca de la casa de Aspinall en Twickenham, al suroeste de Londres. También asistieron Sir George Martin (82) y su hijo Giles.
Pete Townshend de The Who, llegó con una guitarra en la mano para actuar en la ceremonia. Interpretó Mr Tambourine Man y My Sweet Lord, de George Harrison, lo que marcó el final del servicio cuando el ataúd de Aspinall fue sacado de la iglesia para ser enterrado. Después de la ceremonia, la familia del Sr. Aspinall se dirigió al cementerio de Teddington para un entierro privado antes de reunirse con amigos en una fiesta para celebrar su vida.
No se cantaron himnos durante el servicio dirigido por el Rev. Dr. Kerry Samuel; y John Altman, el actor retirado, dio una lectura. Altman se había hecho muy amigo de Aspinall porque eran vecinos en Twickenham.
McCartney, quien no estuvo presente, logró visitar a Aspinall en un hospital de Nueva York, días antes de su muerte. Su portavoz manifestó que estaba fuera del país en un viaje preestablecido.
Verger John Evans dijo: «Sus amigos y familiares cantaron junto al coro, incluidos Mary y Stella, fue muy conmovedor«.