Los Beatles se presentan en La Caverna como hacían habitualmente. Primero a la hora de almuerzo y luego en la noche donde compartieron escenario con Gerry and the Pacemakers, y The Four Jays.
A esta presentación nocturna acude Mike Smith, asistente de artistas y repertorios de la firma Decca. Smith había sido notificado a través de las conecciones de Brian Epstein con Tony Barrow, un liverpudiano que vivía en Londres y que escribía reseñas para el Liverpool Evening Echo bajo el pseudónimo «Disker». Epstein había pedido a Barrow si podía mencionar a Los Beatles en su columna, pero Barrow no podía aceptar puesto que el grupo no había grabado ningún disco, ya que consideraba que aquella versión alemana de My Bonnie no era del todo propia. Barrow ofreció, sin embargo, comentar sobre los Beatles y Epstein al departamento de artistas y repertorios de la Decca, donde también trabajaba escribiendo notas de portada en los álbums editados.
A pesar que Los Beatles y Epstein eran bastante desconocidos en Londres, la influencia del minorista NEMS resultó en que Decca se mostrase receptiva hacia ellos. Dick Rowe, jefe de Decca envió a Smith a Liverpool, donde tuvo una cena con Brian Epstein, y más tarde fue llevado a la Caverna para ver al grupo.
Los Beatles no fueron considerados lo suficientemente impresionantes como para ser firmados ese día, sin embargo Smith organizó una audición formal en Londres que tendría lugar el día de año nuevo.